Muchos ya sabréis que Marco Simoncelli no era santo de mi devoción en lo que a pilotaje se refiere, pero siempre es una pena que alguien pierda la vida.
Esta fue la última foto que le pude sacar al piloto recién fallecido, fue en 2008, en el Gran Premi Cinzano de Catalunya, entonces él corría en 250cc con Gilera, una carrera que terminó en primera posición, y precisamente fue la temporada en la que ganó su primer y único título mundial.
Quizás esta haya sido la muerte más mediática del fin de semana, pero no olvidemos a los casi 300 muertos durante el terremoto de Turquía.